Nueva esperanza con la HIPEC

El pasado martes 14 pasé de nuevo por quirófano para realizarme una laparoscopia explorativa con la que me dirían si me podrían realizar la HIPEC (adjunto link explicativo) en el hospital Broggi de Sant Joan Espí. Después de unas semanas de bastante estrés dada la incertidumbre dentro del proceso, el mismo día, sentí una calma increíble. Últimamente, lo pasó peor los días antes a cualquier procedimiento importante que el propio día, que curiosamente, dejo de estar nerviosa, me siento feliz y tranquila, confiada en el proceso. 
Llegamos a las 7 de la mañana y como yo, había bastantes personas pasando por el curioso protocolo de cirugía sin ingreso todas acompañadas por un familiar. Me recordó cuando iba a la piscina y hacía cola, me daban una llave para dejar la ropa en una taquilla e iba pasando por diferentes salas hasta que llegaba a la deseada piscina. Primero desnudarse y ponerse la bata, luego toma de constantes vitales, y finalmente, camilla camino al quirófano. Como siempre, los celadores muy simpáticos. El ambiente en quirófano era muy animado y fui pasando por las presentaciones del equipo, la enfermera, la anestesista, etc. La cosa fue rápida y lo siguiente que recuerdo es como me nombraban -"Concepción, ya está, todo bien..."- atontada con esa sensación de droga estupenda en la que te suda todo y solo quieres dormir un poco más, mi cerebro recordó lo importante de esta intervención y enseguida pregunté -"¿Cómo ha ido? ¿Me podrán operar?"- una enfermera muy alegre me tocó la pierna y confirmó lo deseado, parecía que así sería. Entonces respiré y me abandoné al sueño plácido del resto de anestesia. No se cuanto tiempo pasó, pero entre sombras escuché al cirujano que me decía -"La laparoscopia ha ido bien, así que nos veremos más adelante"- y en ese instante, lloré de emoción, de distensión, de esperanza...
Una vez recuperada, me llevaron de nuevo por los pasillos del hospital hasta una sala abierta donde hay varias camas en espacio compartido. El hospital es bastante nuevo y moderno y da sensación de amplitud, con luz natural y materiales novedosos. Aunque había bastante ruido pues es zona de paso, me sentí agusto. Estaba en una cama super moderna que se articulaba de las formas más extrañas. De nuevo presentación del equipo de enfermería, y como es habitual, siempre voy a dar con algún ángel que me da luz y cariño. La primera enfermera se llamaba Matilda y sin yo decirle nada, posó sus manos en mi abdomen y me fue hablando de cosas espirituales, me explicaba lo importante de ver esta experiencia como un aprendizaje y la oportunidad que en el fondo suponía. Yo la escuchaba alucinada y totalmente en resonancia, interiormente me hace gracia las cosas que me pasan cuando me ingresan, siempre encuentro quien me quiere orientar desde el cariño, son como regalos del universo que me recuerda que no estoy sola y que todo va a ir bien. 
Con el cambio de turno, llegó Mari Carmen, una enfermera muy "cachonda" y llena de energía que me trato excelente no, lo siguiente. A Mari Carmen le gustaba hablar a sí que cuando le comenté en qué situación me encontraba me pegó un discurso muy esperanzador y lleno de optimismo: -"Tienes mucha suerte en poder operarte con el equipo del Doctor Barrios. Aquí en el hospital, le llamamos Dios, ya no solo porque son unos Cracks, sino por el factor humano, son un equipo increíble, muy majo y profesionales. La verdad es que consiguen milagros, estás salvada, todo irá bien porque estás en las mejores manos que puedas estar. Aunque sea una intervención dura, luego todo es para arriba, lo he visto con mucha gente. El primer día estarás en la UCI, luego unos tres días en una habitación privada con unos ventanales grandes y que con suerte hasta podrás ver el mar, y finalmente, cuando estés mejor, te llevarán a una habitación doble, estarás como una reina"- según como me iba llegando la información, sentía más agradecimiento, estaba siendo un buen día, un día estupendo lleno de mensajes positivos, era todo un regalo después de tanto miedo, de tanta incertidumbre.  
Pasadas las siete de la tarde pasó el médico, vaya jornada laboral la suya, ya llevaba más de 12 horas en activo. La visita fue corta pero me quedo con la frase estrella...
-"Enfermedad hay pero se puede quitar" ...Ningún médico hasta el momento me ha dicho algo con tan buen pronóstico, últimamente, todo eran restas que minaban mi optimismo y que el cirujano que te acababa de ver por dentro, te dijera eso, era para celebrarlo. Me entraron ganas de darle un abrazo. 
Hoy jueves se reunirán el comité y propondrán una fecha, puede que por tema de quirófano, tenga que realizar una sesión más de quimioterapia, por mi parte cuanto antes me intervengan, mucho mejor, pero está claro, que las cosas serán como tengan que ser. Por el momento, me repito y no debo olvidar, por muchas sombras que a veces me rodeen, lo afortunada que soy, siempre hay luz al final del túnel.
Hay algo que quiero destacar en este post, la importancia de buscar segundas opiniones. En mi caso, si no llego a realizar ese trabajo de investigación, de búsqueda de opciones, no me hubiera enterado de la posibilidad de realizar este tipo de intervención, y de ello, varía muchísimo, el resultado. 
Ahora con esta nueva perspectiva, debemos reformular el tratamiento complementario que estoy realizando a modo privado, pues, los buenos resultados también, estoy convencida, son de la sinergia de todo lo recibido. 


Seguimos en el camino hoy un poquito más orientado.

Conchi Gil

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