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Mostrando entradas de agosto, 2015

Diagnóstico e histerectomía

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Los susurros del miedo Existe una tendencia a justificar los acontecimientos como si vinieran dados desde fuera, como si las cosas que nos pasan sean un castigo por parte  de algo divino, de la mala suerte, del destino, etc. situándonos en una postura victimista donde parece que poco podemos hacer al respecto, volcando en manos de otras personas nuestro futuro, nuestra vida. Por suerte, nunca había tenido que tratar algún tema de salud grave con las eminencias en medicina. Seguía mi código de valores y esperaba cierto apoyo, ciertas palabras de confort que me ayudaran  a poder encajar las nuevas noticias. Pero lo cierto es que, cuando me reuní con mi doctor de referencia, parecía más que me hablase de algo estadístico que de una persona enferma. Todo eran probabilidades y posibles acciones a la ecuación resultante. En ese momento no necesitaba sólo eso, igual acompañando el mensaje con una mirada de cariño o de ternura me hubiera bastado para confiar en él y no desmoronarme. Al de

Reflexión inicial ¿Por qué?

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Aprendiendo a escuchar los susurros Llega un día en que la vida te da un obligado empujoncito y te saca de tu área de confort, sí o sí. Antes de llegar a esta situación tu cuerpo, tu inconsciente susurra mensajes que puede pasen desapercibidos, susurros que con el tiempo se convierten en gritos y finalmente se materializan en algo más complicado de gestionar y el empujoncito se convierte en una enorme patada en el culo que cuesta de entender, de digerir, de gestionar, de aceptar. De golpe te encuentras ante una realidad que te sitúa en la cuerda floja de un malabarista donde tuya es la decisión de seguir el camino hacia el crecimiento y el aprendizaje o quedarte llorando con miedo a cruzar al otro lado. Dicho así, parece algo sencillo y obvio, pero en el inicio del proceso se te mueven todas las estructuras de tal forma que no sabes casi quién eres ni cuál es tu objetivo vital. Todo pierde el sentido. La primera sensación que tuve ante el diagnóstico de cáncer fue de terro