Cosas que ayudan: EL AMOR A LA VIDA

31 de marzo del 2016

Después de tener un mes de marzo de desconexión, comenzaremos abril con un montón de pruebas a la vista. Se acerca ese momento esperado y a la vez tan temido por todos/as los que hemos tenido que pasar por un diagnóstico de cáncer. El día que te dicen que tienes un tumor/es, se acaba esa plena confianza de la que disfrutamos ante nuestro cuerpo y salud. Cuando estás en medio de todo el tratamiento crees que no podrás desconectar, pero durante este maravilloso mes, me he dado cuenta de que sí, y sobre todo, he sido consciente del amor por la vida que ha florecido dentro de mí. Si antes amaba estar viva, ahora siento como me agarro a ella de un modo apasionado y alegre, dando importancia a todo de un modo muy especial. No es por excluir a nadie, pero quien lo ha pasado creo que me entenderá ¿verdad qué sí?
Hoy leía dentro del grupo de whatsaap de componentes de diagnosticados con el síndrome de Lynch, como unas cuantas mujeres afectas por cáncer de colon hablaban con soltura de su situación y le quitaban peso con humor. Mi primera reacción ha sido sentir un miedo atroz. El jueves me realizan la primera colonoscopia desde el diagnóstico y siento miedo de que pueda salir algo. Tengo tantas ganas de estar bien...Además, aún siento la resaca de todo el proceso vivido, aún estoy en la aceptación de todas las cosas nuevas, sensaciones, cambios hormonales-corporales y demás, a las que me tengo que acostumbrar. Mi cuerpo va recuperándose a un ritmo bueno aunque de vez en cuando, se hace oír y necesito más descanso del habitual. Tengo la sensibilidad a flor de piel. Si siempre he sido una Flower power (palabras textuales de mis hermanos con todo su cariño) ahora soy una floristería entera. Del mismo modo, al seguir leyendo los mensajes, me han entrado unas ganas enormes de poder abrazar a cada una de esas maravillosas mujeres, a las que hoy, les dedico mis palabras y espero que a través de las mismas, sientan ese abrazo con todo mi cariño y sobre todo, fraternidad, ante el amor por la vida, por seguir hacia delante con dignidad y alegría.

Me cuesta mucho entender como algunas personas en otras situaciones, pierdan las ganas de vivir. Soy consciente de que hay situaciones vitales que pueden sumergir a una persona en la apatía total. Situaciones relacionadas con adicciones que les hacen sentir que han fracasado en la vida y eso, les provoca un sentimiento de culpabilidad enorme. El no saber pedir o recibir ayuda , el aislarse estando acompañado, el sentirse incomprendido, son algunas de las causas que los empuja hacia el vacío. Llega un momento que el quedarse quieto viendo la vida pasar, mientras tu salud se va deteriorando es la única opción posible. Ni todo el cariño de los que te rodean ni nada de lo externo será una medicina útil, pues el antídoto ante esa apatía en primer lugar, es reconocerla y luego, dejarse ayudar, y en el fondo es una cuestión de amor hacia uno mismo. Y cuando hablamos de querer, es complicado sentir que te quieren si dentro de ti, tú mismo no te respetas ni te quieres lo suficiente como para poder quitarte esa visión miope que no te deja ver las muchas posibilidades positivas que tienes para ser feliz.  Mis querid@s lectores, pensaréis por qué escribo todo esto. Y es que me encuentro ante esta dicotomía,  yo y otras personas que han pasado un cáncer, agarrándonos a la vida con pasión y por otro lado, ante la impotencia de ver como una de las personas que más quieres, se deja morir en vida.  Aceptando estoy, aprendiendo a respetar desde el amor las decisiones que cuestan aceptar. No tiro la toalla, pero hay cosas que solamente puede cambiar uno, aunque no tiene porque hacerlo solo.
Siempre he pensado que la enfermedad te llega para hacer algún tipo de aprendizaje vital. A mí se me han abierto un montón de procesos que quizás tenía pendientes de trabajar y ahí están, todos a tope, venga! pero por favor, de uno en uno...
Dentro de algunas tristezas que yo no puedo solucionar, disfruto de la vida con plena consciencia, todo es importante, todo es ahora.






Comentarios

Publicaciones más vistas

ENTREVISTA Una historia de vida: Chus, una gallega con muchas ganas de vivir

ENTREVISTA: Una historia de vida. Susana Lozano, una luchadora sin tregua

ENTREVISTA Una historia de vida: Vanessa Fornieles, la alegría de la superación