Se adelantó el final de la quimio

26 de noviembre del 2015

Hoy en el huracán de la cuarta sesión, que está en fase suave y que dentro de la alegría del corazón, pues todo va bien, se comporta como un niño bien educado y no está siendo demasiado travieso con mi cuerpo.
Ayer, fue ayer cuando me dijeron que íbamos a terminar el tratamiento de quimioterapia. De inicio me comentaron que serían de 4 a 6 sesiones, pero seguramente que serían 6. Pero al llegar a la consulta de la doctora me dijo que como por el momento no está demostrado que 6 sean más efectivas que 4, en mi caso y tras estudiar mi resonancia y mi caso al completo, habían tomado la decisión de dejar el tratamiento ahí. Por lo visto, para el tipo de tumor que tuve, la radio es lo más efectivo y será el paso siguiente. Ahora esperando la llamada para la programación de la visita.
Al recibir la noticia me alegré pues eso supone pasar menos sufrimiento y menos castigo para mi cuerpo serrano, que aunque como un campeón ha ido tolerando el pedazo de tratamiento estupendamente, poco a poco iba haciendo mella y el desgaste se iba notando. Por otro lado, me había hecho tanto la idea que me sentí algo insegura. Haré lo que tenga que ser necesario para poder sanarme del todo.
Algo que me ha crecido intensamente dentro de mí, son las enormes ganas de vivir, de aprovechar este espacio que me ha dado la vida, una manera de vivir desde el quererme desde simplemente eso, el darme el espacio que tanto necesitaba y no era ni consciente. Ahora, sobretodo, cuando acabe con todo este mar de tratamientos, no olvidar o olvidarme de mí y de lo que es realmente importante para ser feliz y vivir desde la calma. Todo. Todo nos puede hacer felices, lo importante es como lo vivimos nosotros. La vida está llena de detalles, de colores, de matices que cuando vamos corriendo de un lugar al otro pasamos por alto. Muchas veces nos centramos en cosas que están muy lejos, que alcanzarlas es complicado y aunque lo consigamos, nos olvidamos de ir mirando el camino que vamos recorriendo hasta llegar a nuestro propósito, que es realmente donde está la vida, donde se puede aprender y adquirir pequeñas cosas esenciales para encontrar la felicidad.
Ayer la doctora me dijo que ya nunca mi vida sería igual que antes, que notaría cosas en mi cuerpo muy diferentes, lo cierto es que lo único que me preocupa ahora es poder tener una cierta calidad de vida, estar sana y no sentir dolor o sufrimiento físico, con eso ya estoy feliz, felicísima. También decir que no quiero tener mi vida de antes, la verdad es que ahora soy más capaz de valorar las cosas que me rodean y cada acción que voy introduciendo en mi visa desde el corazón y la coherencia me donan una satisfacción enorme. Confío plenamente en que seré capaz de adaptarme a cada situación que venga y cuando llegue ya la iremos gestionando de la mejor manera que pueda y sepa. Como he ido diciendo y cada vez más convencida, esto proceso es una oportunidad de ser feliz.
Desde este breve escrito invito a todo el mundo a que de vez en cuando hagan una pausa en su camino para poder admirar las pequeñas cosas y las grandes verdades dentro de su corazón. No hace falta llegar al extremo de enfermar para prender a estimarse y ser coherente con nuestras necesidades. Tan sólo dedicarse unos espacios reales y sinceros nos ayudaran a estar más cerca de la felicidad. A partir de ahora, cuando salgas a la calle, estés en el trabajo, sentado en el sillón de casa, etc. PARA, abre los ojos desde el corazón y déjate sentir toda la información que te llega, siente como la vives, conecta con tu ser más profundo y deja que salga algún descubrimiento a través de la emoción o la calma.

Comentarios

Publicaciones más vistas

ENTREVISTA Una historia de vida: Chus, una gallega con muchas ganas de vivir

ENTREVISTA: Una historia de vida. Susana Lozano, una luchadora sin tregua

ENTREVISTA Una historia de vida: Vanessa Fornieles, la alegría de la superación