Caída del pelo. "No tengo ni un pelo de tonta"

16 de octubre del 2015

Esta semana ha sido algo movidita en cuestión de ir aceptando lo que ya sabíamos que iba a pasar.
El pasado viernes, cumplidos exactamente los 15 días de mi primera sesión de quimioterapia comenzó la caída del pelo. Aún sabiendo que eso sería así, pues ya me lo pronosticó el oncólogo, tenía la esperanza de que mi cuerpo se resistiera un poquitín más. El hallazgo fue tan sólo levantarme de la cama. Como es habitual fui a hacer el pipi matinero y al ir a tirar de la cadena, me quedé atónita al ver el WC lleno de pelitos del pubis. Para asegurarme que eran míos, tiré suavemente de los que aún estaban en contacto con mi piel y cual fue mi sorpresa al observar como muchos de ellos se suicidaban sin dificultad entre mis dedos. Se me aceleró el corazón y fui corriendo delante del espejo a realizar el mismo experimento con los del cuero cabelludo. Y sí, también se caían aunque con un poco más de resistencia.
Me fui corriendo al lado de la cama donde aún dormía Miquel y entre sollozos le repetía "Ya ha comenzado la caída. Se me están cayendo los pelitos de ahí abajo". Él me miro con cariño y algo de cara de sueño y me consoló diciendo lo obvio "Cariño, ya lo sabías, estate tranquila, seguirás estando guapísima".
La primera impresión fue la más dura, luego decidí que cuando viera que se me iba cayendo demasiado me pasaría la moto para facilitar el trago de una vez por todas.
En los días siguientes la caída se acentúo y ducharse era una odisea de pelos, así que el martes de esta semana Miquel me pasó la moto con todo su cariño. Mientras tanto me iba diciendo que tenía una cabeza muy bonita y me daba algún beso a la calvita. En este proceso no armé ningún drama, el amor me arropó y durante los días anteriores tuve tiempo de aceptar que ya había llegado ese momento de "no tener ni un pelo de tonta" (me lo copio de una ingeniosa mujer que también está pasando por este proceso).
Ahora ya con mis gorritos y pañuelitos veo que no pasa nada de nada, bueno, sólo un poco de frío, que una no sabe lo importante que es el pelo en cuestión de calor corporal hasta que se queda sin.





Comentarios

Publicaciones más vistas

ENTREVISTA Una historia de vida: Chus, una gallega con muchas ganas de vivir

ENTREVISTA: Una historia de vida. Susana Lozano, una luchadora sin tregua

ENTREVISTA Una historia de vida: Vanessa Fornieles, la alegría de la superación