Cosas que ayudan: Amor y buen humor, el mejor antídoto

30 de octubre del 2015

Hoy no me voy a lavar el pelo

Esta mañana me levanté y como cada día lo primero que hice es mi super licuado de frutas, verduras, semillas y mi apreciada moringa en polvo. Lo sigo recomendando a todas las personas que quiero pues no se lo que será, pero por el momento voy llevando de maravilla la quimio,  pienso que la alimentación está ayudando muchísimo. No quita que tenga algunas sensaciones extrañas y mi cuerpo sufra algunas de las consecuencias del tratamiento pero sigo con buen humor, como excelente y sigo con energía como para tener una vida bastante normal, tranquilita pero "normal".
Hace unos momentos, es tal mi naturalidad, que le dije a mi querido Miquel, palabras textuales "Hoy no me voy a lavar el pelo" y se echó a reír con todas sus ganas y me preguntó ¿Lo has dicho en serio?. Y lo cierto es que sí, me encuentro tan normal que casi se me olvida que soy una bola de billar. Cariñosamente él me llama "Mi melón" y también nos echamos unas risas. Sabemos que no es oro todo lo reluce y en ocasiones, igual que reímos, lloramos juntos. La vida nos ha robado la ocasión de ser papas biológicos y eso cuesta de asumir. Decir, que todo este proceso podría dificultar nuestra relación pero nos ha unido mucho más que antes. Nos ha hecho mostrarnos tal y como somos y hemos aprendido a compartir nuestros temores e inseguridades. Pero también, por suerte, nos miramos cómplices y nos reímos con el corazón en la mano. Un abrazo en cualquier momento es más mágico que cualquier palabra y hecho. No tengo palabras para poder describir toda la fuerza que me brinda mi querido y amado Miquel. Me siento afortunada.
En un tiempo,  me costó creer que merecía ser querida. Me costó ser capaz de asumir un compromiso. Me costó romper con el pasado. Pero ahora desde el otro lado, como si hubiera cruzado la meta,  no ha sido ni es ningún esfuerzo. Tan sólo es tirar alguna de las barreras que nos ponemos equivocadamente para protegernos.  Muy al contrario es una satisfacción, una tranquilidad, una estabilidad que te recuerda tus fortalezas y se alimenta de la felicidad.
El amor es el mayor antídoto. Ya sea de tu pareja, de tu familia o amigos/as. Hay que aprender a dejarse querer de manera saludable. Seriamente creo que se me olvidó mencionar un ingrediente más de mi fabuloso licuado matutino, una dosis de amor. Cada día recibo un sobre de endulzante para el corazón, ya sea mediante gestos o palabras que voy recibiendo de algunas personas. Ahora que estás leyendo, sabes que tú eres una de ellas... Te doy las GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

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