Una visión holística del cáncer por Marta Marcè

El pasado 16 de septiembre tuve la suerte de poder asistir a una charla muy interesante llamada “Una visión holística del cáncer” presentada por Marta Marcé, responsable de la parte bioquímica de la asociación Canvi. El objetivo de esta charla es la de difundir otra manera de ver la enfermedad y de sanar.  

La charla comenzaba así…
Soy Marta, tengo 31 años y hace 5 años y un poquito, me diagnosticaron un cáncer de ovarios. Tenía una vida estándar, casa, pareja, trabajo... El diagnóstico supuso un palo muy heavy... Me hicieron el protocolo de... operación y después 6 sesiones de quimioterapia. Todo esto comenzó a crear en mí, una enorme curiosidad, por saber porqué a mi, una persona con 26 años, en principio normal, con salud, me había pasado esto. Comencé una investigación y me empezaron a llegar libros de muchas cosas y temas diferentes... y empecé a investigar conmigo misma. Empecé a trabajar con la alimentación, qué pasaba si comía unas cosas u otras, cómo se sentía mi organismo. Luego me llegó el yoga, donde trabajé la parte más espiritual, emocional... También desde ahí, trabajé mucho con mi estrés y, finalmente, llegué a la Kinesiología Holística y la Naturopatía, que es a lo que me dedico actualmente junto con el yoga. Estas herramientas junto con mi experiencia, es lo que me permite hablar desde una visión más holística o más global. La medicina alopática tiene una cosa muy buena, que es que en los últimos años se ha especializado mucho, cada especialista tiene su rama y todo el mundo de lo que sabe, sabe muchísimo, se ha avanzado mucho en muchas cosas, pero... tiene un inconveniente, que se ha perdido un poco el global o la persona. Desde la medicina naturista, estamos encantados porque nosotros, nos dedicamos precisamente a esto. No nos dedicamos tanto al virus, la bacteria, la célula, sino que nos dedicamos al global, a la persona. No vemos la enfermedad o el síntoma, sino que vemos al enfermo. Es muy importante para nosotros, más que el síntoma, la persona, el ambiente, cómo come, cómo  vive, hace ejercicio o no... todo esto es realmente lo que determina cómo tratar a esa persona. Entendemos que la enfermedad en el fondo, es un intento del organismo, que es muy inteligente, por recobrar el equilibrio o la salud. 

Y nos exponía esta visión del cáncer...
¿Qué es el cáncer? 
Cuando tú llegas a la mesa de tu oncólogo con las pruebas y le preguntas ¿Porqué me ha pasado esto? La medicina alopática cree que quizá hay unos genes, unos virus... pero no tiene una causa que diga… ”todos los cánceres pasan por tal o cual”... Lo que sí sabemos es que la OMS calcula que en el 2030 haya un 75% de aumento de casos de cáncer. Mi lógica dice, que algo debe haber en nuestro estilo de vida para pensar que va a ver este aumento. En esta charla vamos a tratar dos temas que para mi son los más importantes  a la hora de explicar la enfermedad del cáncer: la inflamación y la endotoxemia.La inflamación, sabemos y esto también lo saben los médicos, que es la única forma que tiene el tumor o las células cancerosas para crecer. En inflamación se produce la angiogénesis, que es la formación de vasos y es la única forma que tiene para crecer. Y la endotoxemia es la toxemia interna. Es cuando nuestro sistema interno está sucio y eso, facilita mucho que ciertas células en un intento de supervivencia muten. 
A partir de aquí, desarrolla todos los componentes que influyen en nuestra salud y en ocasiones por desconocimiento, no les prestamos demasiada atención.  
¿Cómo influye nuestro sistema digestivo a la salud? 
Es importante tener en cuenta al ecosistema intestinal y todo lo que tenemos viviendo en nuestros intestinos. Sabemos que hay 100 billones de microorganismos en el ecosistema intestinal, 10 veces más que células en el total de nuestro cuerpo. El 70% del sistema inmunitario está en los intestinos, y también tiene relación con el sistema nervioso y la segregación de serotonina. Estos datos nos dicen, que algo importante pasa por ahí, no sólo es un tubo por donde entra y sale la comida, sino que pasan unas cuantas cosas más. Si empezamos por el principio del tubo digestivo, la digestión empieza antes de que comamos nada. Comienza con el pensamiento de comer, ahí ya se comienza a segregar la saliva y empieza a preparar una acidez importante para nuestro estómago, y necesaria para activar las enzimas y facilitar la digestión de los alimentos. Llegados aquí os pregunto: ¿Es bueno comer sin hambre?Vemos que no es para nada interesante, pues es importante comer cuando uno tiene hambre, pues es cuando nuestro estómago tiene la acidez preparada para poder descomponer y hacer pequeñitos trozos de la comida que vamos a ingerir. Esta acidez, lo que permite es que las enzimas como si fueran puzzles, se enganchen a los sustratos o la comida que van a entrar en nuestro estómago y sin ellas agotarse, dividan la comida en trozos más pequeños. Esto es importantísimo, para que el intestino pueda absorber los nutrientes y acabar la digestión. Nuestras enzimas son las mismas desde que somos homosapiens, pero hay muchos alimentos que ingerimos que no son los mismos que en la antigüedad, alimentos que se han modificado y entonces cuando llegan al estómago, no hay ningún tipo de enzima que pueda dividir los sustratos en trocitos pequeños, entonces llegan bastante enteros al intestino. Un ejemplo de ello, es el trigo. Se calcula que aproximadamente en el 1850 se modificó su molécula con el objetivo de poder hacer más de una cosecha al año y hacerlo más resistente a las plagas, con lo que la molécula del trigo actual es totalmente diferente al antiguo. Lo que tiene como consecuencia que cuando llega a nuestro estómago no hay enzimas que lo puedan dividir. También pasa algo parecido con los lácteos. Por un tema de legislación se dice que los alimentos tienen que tener un máximo de grasa. La leche tiene mucha grasa, la cantidad de grasa es lo que determina el tiempo que debe estar en el estómago y si le sacamos grasa, incluso la leche entera, entra en nuestro estómago y está menos rato del que debería y al llegar al intestino llega en trozos más grandes de lo necesario. Como consecuencia, estos trozos más grandes al llegar al intestino se consideran objetos extraños que muchas veces el sistema inmune ataca porque no sabe muy bien qué es, creando inflamación y creando tóxicos. Bajando por el tubo digestivo llegamos al intestino delgado, donde a través de sus vellosidades y flora, tiene como función principal la de absorber nutrientes. Más abajo, tenemos el intestino grueso, con una forma y flora bacteriana totalmente diferente preparada para la función de eliminación. En su parte descendente encontramos otro tipo de flora, llamada putrefactiva, que ayuda a acabar de degradar ciertas sustancias, aunque en esta zona se crean muchas toxinas. Si todo va bien no pasa nada, y si comemos una cantidad moderada de proteína animal, se elimina a través del hígado y ya está, pero...en el caso de ingerir cantidades grandes de proteína animal esa flora putrefactiva, no sólo estará en el descendente, sino que empezará a subir por todo el colon y se generan muchas más toxinas. Por este motivo,  en un diagnóstico de cáncer, donde estamos buscando bajar la toxicidad, es importante bajar al mínimo, el consumo de proteína de origen animal. Por otro lado, otra de las funciones más importantes del intestino es el efecto barrera (permeabilidad). De principio, de la boca al ano, es un tubo que debería ser totalmente estanco. Por este motivo, gran parte del sistema inmunitario está aquí. Porque sólo debe dejar pasar al interior del organismo aquello que necesitamos para nuestras funciones biológicas. Pero... este tejido que debería estar cerrado, muchas veces, tiene agujeritos y pasan sustancias que no deberían pasar, trozos de comida poco digerida, virus, bacterias que deberían eliminarse… Esto provoca de nuevo que el sistema inmune quiera atacarlas, creando inflamación. También, estos “agujeros” hacen que haya menos superficie para poder absorber los nutrientes pudiendo generar déficit de algunas vitaminas.  
Nuestro intestino y el sistema inmunitario
Cuando tenemos parásitos o “bichitos malos” en nuestro intestino es un foco que el sistema inmune entiende que tiene que estar todo el rato conteniendo. Nosotros, células cancerígenas generamos  todos durante el día, si nuestro sistema inmunológico está libre, las atrapa y las elimina. Si lo tenemos súper activo con el foco en el intestino, le faltará energía o disponibilidad para atrapar estas células. Desde la medicina alopática ya se están comenzando a realizar estudios de inmunoterapia para combatir el cáncer.  
Importancia de los órganos drenadores o filtros del cuerpo 
Siempre que pensamos en estos órganos hablamos del hígado y los riñones, pero también hay que tener en cuenta los pulmones y la piel, sobre todo en su función drenadora mediante el aire y el sudor al hacer ejercicio físico moderado. Cuando hay mucha toxemia, el hígado es el mayor afectado pues le llega más suciedad de la que puede limpiar y al filtrar sigue saliendo toxicidad, con lo que estamos generando endotoxemia. Según la doctora Kousmine que es una pionera francesa de la medicina natural, tiene una teoría, que comparto, que un tumor es un segundo hígado, es un intento del organismo de drenar toxicidad. Por eso, es tan importante detoxificar el cuerpo mediante, beber agua, hacer ejercicio suave, tomar plantas hepáticas en general, cómo no ensuciarlo.  
Oxidación y la quimioterapia 
El estado oxidativo fomentado por los radicales libres no es el mejor estado para nuestras células pues puede ocasionar daños a los tejidos de las células afectadas. Mediante el cuidado de la alimentación y complementación se puede evitar.   Encontramos que la quimioterapia, es una terapia de oxidación, lo que hace es oxidar ceĺulas que crecen rápidamente de forma selectiva. Por ese motivo, no se recomienda la toma de antioxidantes durante la toma de este medicamento para no frenar el efecto. Es mejor esperar a su finalización para la toma de antioxidantes. En España, hay muy pocos estudios relacionados con la medicina natural, pero por suerte nos llegan muchos estudios de EUA donde dejan claro el momento idóneo de la toma de antioxidantes  como suplemento y la quimioterapia.  
Metales pesados y salud 
El mercurio, el plomo, el cadmio o el arsénico, son unos elementos liposolubles, es decir, que se acumulan en los tejidos adiposos del cuerpo, y les gusta mucho, el cerebro, el hígado y el riñón. Mediante los test de kinesiología los podemos identificar. Hay mucha gente que tiene dolores de cabeza difusos y tienen que ver con tener, por ejemplo, mercurio en el cerebro. Su acumulación, dificulta la correcta alimentación de la célula porque frenan muchas cadenas que hay, y en los órganos drenadores, dificultan mucho la eliminación, por ejemplo que el hígado, elimine tóxicos. Aunque es difícil controlar su consumo sobretodo relacionado con la contaminación ambiental, podemos disminuir la ingestión mirando qué comemos. Los encontramos en pinturas, tuberías, amalgamas dentales (mercurio), pescado graso grande (atún, salmón), los cosméticos (níquel, aluminio). Cuidado con el desodorante en caso de cáncer de mama y extracción de ganglios; el tabaco, pesticidas que están relacionados con los cultivos, la quimioterapia. Es importante mirar si dentro de nuestro organismo encontramos una gran cantidad de estos metales para poder facilitar su eliminación y de esta manera ayudar al cuerpo.  
Distress: Estrés sostenido en el tiempo 
El estrés es una respuesta natural que tiene el cuerpo ante amenazas o cambios. El problema viene cuando ese estrés queda sostenido en el tiempo. El cuerpo no distingue las causas por lo que podemos sentir estrés, por lo que ante amenazas de diferentes tipos (problemas en el trabajo, con la pareja, cambios repentinos, etc.) un exceso de cortisol puede afectar de diferente manera a nuestro organismo: dificulta el hacer correctamente la digestión; el sistema inmune no se repara completamente, al igual que muchas otras células de diferentes zonas corporales; no se segrega bilis con lo que toda la digestión de grasas se dificulta; sueño poco reparador, etc.   Hoy en día estar en distress es algo muy habitual, con lo que todos los funcionamientos corporales quedan afectados ante ese estrés a largo plazo y nuestro cuerpo no puede funcionar a su máximo rendimiento y esto, sabemos que está relacionado con los procesos inflamatorios y la toxemia.
Flujo energético 
Buscar el flujo correcto de energía es indispensable ante la búsqueda de salud. Ante una enfermedad podemos pensar que ha habido un cortocircuito energético. Por ello, es importante que nos ocupemos de nuestra energía. En relación, como tema importante encontramos las Geopatías y los campos electromagnéticos, que también se pueden mirar a través de los tests kinesiológicos. Sabemos que es un estrés en un momento de descanso. Lo que hace una geopatía, es impedir que haya una reparación durante el descanso. Una geopatía, es un campo energético natural (agua en el subsuelo, pozos, etc.) que forman iones positivos, es lo mismo que pasa antes de llover, que tenemos esa sensación incómoda, cierta inquietud, hasta puede que dolor de cabeza o corporal, es porque es el momento donde más iones positivos hay y esto nos estresa. Es interesante hacer una evaluación de nuestra casa y ver por donde pasan estas energías ya que pueden afectar mucho a nuestro descanso y bienestar. Por otro lado, los campos electromagnéticos artificiales también nos afectan muchísimo, aparatos electrónicos, teléfonos móviles, red de wifi... Es importante hacer un uso correcto e intentar por las noches tenerlo lo más lejos posible de nuestro dormitorio, intentar apagar el wifi. 
Para terminar nos lanza algunos consejos en la búsqueda de una salud óptima...
PREVENCIÓN 
Cuando hablamos de prevención en cuestiones de cáncer normalmente se asocia a la idea de hacerse pruebas médicas (analíticas, TAC) y hasta situaciones más radicales que te invitan a operarte de órganos que pueden ser afectados.
Una prevención real, no es la que te mire un médico, sino lo que tú puedas hacer, y esto sirve, tanto para personas diagnosticadas como para las que no.  
ALIMENTACIÓN
  • La alimentación es nutrición, debemos comer para alimentar nuestras células, no sólo por el placer. 
  • Los alimentos deben ser lo más naturales posibles (ecológicos para evitar por ejemplo los metales pesados). 
  • Alimentos que no dificulten el trabajo a nuestras enzimas (trigo, lácteos, conservantes y colorantes, azúcar refinado, margarinas, edulcorantes como la sacarina). 
  • Intentar disminuir el consumo de carne, sobre todo en diagnosticados de cáncer para evitar la toxemia que va a favorecer un campo intoxicado, que es el que puede ayudar a que haya células que muten en un intento de supervivencia. Si queremos comer carne hay que intentar que sea de calidad (ecológica).  
  • En los tipos de cánceres hormonodependientes, es muy importante mirar que tipo de alimentos tomamos, como pueden ser algunos tipos de cáncer de mama o de ovario, que no tengan hormonas externas, que no puedan ayudar a hacer esos picos que son lo que se cree que provoca el tumor.  
  • Tomar cereales integrales pues al refinarlos aparte de no digerirlos bien y perder nutrientes nuestros para poder sintetizarlos, pierden todas las vitaminas que se encuentran en lo integral, sobre todo la del grupo B.  
  • Es de gran importancia para poder ayudar a nuestras enzimas y flora intestinal el tomar alimentos crudos y fermentados (probióticos).
  • Comer con hambre y masticar bien. Comer con conciencia. 
  • Separar el agua de las comidas para evitar la falta de acidez en la digestión.
  • No comer fruta de postre pues facilita la aparición de gases al fermentarse en el estómago. 
  • Conocer nuestras intolerancia alimentarias.
  • Evitar el alcohol diario porque satura mucho el hígado y fomenta la toxemia.
LIMPIEZA DE NUESTROS FILTROS

  • El ejercicio físico para trabajar a través de nuestra respiración, para eliminar a través del aire.
  • Toma de plantas hepáticas (cardo mariano, rábano negro, diente de león, alcachofera) siempre recomendadas por un especialista.
TRABAJAR CON EL ECOSISTEMA INTESTINAL
  • Limpiarlo de posibles parásitos como cándidas (el ajo va muy bien).
  • Alimentar a nuestros organismos buenos (alimentos crudos).
  • Dejar de alimentar a los patógenos (evitar el azúcar).
SINTOMATOLOGÍA A TENER EN CUENTA
  • Tener un tránsito intestinal irregular. Lo normal es ir una vez al día.
  • El abombamiento abdominal puede ser por cándidas y lamblias (parásitos). Hinchazón al comer. 
  • Cansancio: nos puede hablar de falta de absorción de vitaminas como las del tipo B, hierro incluso.
  • Continuos resfriados o enfermedades muestran un sistema inmunitario débil y puede ser debido a un foco intestinal activo. 

Desde aquí quiero agradecer el poder compartir desde este post, esta maravillosa y productiva charla y comentar que podremos disfrutar de algunas colaboraciones de Marta Marcé  en este blog en un futuro muy cercano.  Así que os invito a hacer peticiones. 
Conchi Gil

Autora de Cáncer experience

Comentarios

  1. Moltes gräcies, Marta! M'agradaria poder descobrir-me més i potser necessitaré la teva ajuda!

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    1. Hola Dafne,
      mi nombre es Conchi y soy la autora del blog. Me alegra mucho que te sirva este artículo y para poder contactar con Marta te paso su página web: https://martamarce.net/
      Un abrazo grande

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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